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EN UN GIRO SORPRESIVO, EL SENADO RECHAZÓ LA LEY DE FICHA LIMPIA Y FRENA LA REFORMA ELECTORAL.
En una sesión cargada de tensión y expectativas, el Senado de la Nación rechazó anoche el proyecto de ley conocido como Ficha Limpia, que ya había sido aprobado por amplia mayoría en Diputados en febrero pasado. La iniciativa, impulsada por el oficialismo con apoyo del PRO, la UCR y sectores provincialistas, no alcanzó los 37 votos necesarios y fracasó con 36 votos a favor, 35 en contra y una ausencia clave.

El resultado dejó sin efecto, al menos hasta 2026, uno de los pilares de la agenda institucional del Gobierno nacional: impedir que personas con condenas firmes en segunda instancia por delitos de corrupción puedan presentarse como candidatos o ejercer cargos públicos.


La sorpresa de la jornada vino de la mano de dos senadores del Frente Renovador misionero, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, quienes hasta último momento figuraban en el conteo como aliados del oficialismo. Su repentino voto en contra torció el destino del proyecto y generó desconcierto incluso entre los legisladores libertarios, que se mostraban confiados en una victoria.


La propuesta, que ya se aplica en nueve provincias del país, desató un intenso debate en el recinto. Mientras el bloque de Unión por la Patria sostuvo que la medida era “inconstitucional y persecutoria”, sugiriendo que su verdadera finalidad era “proscribir a Cristina Fernández de Kirchner”, los defensores del proyecto aseguraron que se trataba de un avance hacia “una mayor transparencia y ética pública”.
Sin posibilidad de reintroducir el texto hasta el próximo período legislativo, el rechazo de la ley representa un revés para el oficialismo y un nuevo capítulo en la polarización política nacional.